En el año 1945 Joan Camps Coll decidió que ya era momento de combinar su habilidad en el trabajo de la madera con la afición que tenía por la música, especialmente por las guitarras. Pensó que tenía capacidad para cumplir un sueño que había tenido desde mucho tiempo atrás: que cada músico pudiera tener a su disposición un instrumento que encajara exactamente con sus necesidades.
Para ello decidió comenzar a construir guitarras y lo hizo depositando tanto amor en cada una de ellas que no tardó en lograr su objetivo. Pronto el mundo entero supo que las Guitarras Camps eran capaces de ofrecer aquello que buscaba cada músico y poco a poco se fueron instaurando en el sector musical de una manera muy sólida.
Con el paso del tiempo el fundador educó a sus hijos en esta práctica. Ya desde pequeños Jordi y Xavier desarrollaron un creciente interés por la lutería. Aprendieron de su progenitor y llegaron a convertirse en dignos sucesores de la historia que había acompañado a su padre con anterioridad.
Una tradición que perdura hasta hoy
En sus procesos de fabricación los herederos de Guitarras Camps demuestran el gran respeto que tienen por el sector de la música tradicional y continúan trabajando siguiendo las técnicas de antaño.
Para reforzar esta idea y el respeto por los orígenes de su empresa, los herederos de Joan Camps se mantienen en el taller donde se originó todo.
Siguen trabajando desde Girona para que las guitarras españolas Camps que nacen de sus manos destaquen tanto como las que produjo el fundador de la empresa décadas atrás. Es parte de la idea de compromiso que transmiten los hermanos a la hora de reforzar la historia que ha acompañado a su familia desde que su padre fundara la empresa.
El equipo de Guitarras Camps
Algo que siempre les inculcó Joan a sus hijos fue la importancia de que todos los miembros del taller hicieran representación de la máxima habilidad en la elaboración de las guitarras.
Aunque se podía haber dado forma a unos modelos muy adecuados y efectivos, no habría resultados de calidad excelente si los luthiers no dominaban a la perfección la técnica.
Es por ello que el taller de este constructor está formado por expertos artesanos que disponen de una gran experiencia en la elaboración de instrumentos. Y con el objetivo de mantener siempre una plantilla amplia y en forma, desde Guitarras Camps llevan a cabo la formación de nuevos profesionales.
Para la firma catalana es imprescindible remarcar que el proceso de construir uno de estos instrumentos es algo que requiere la máxima atención, tanto en la fase de elección de madera como en el resto de los pasos que se llevan a cabo posteriormente hasta que se le da el acabado al instrumento. Al mismo tiempo, en Guitarras Camps defienden y apuestan por la innovación.
Tecnología y construcción
Los luthiers más experimentados son capaces de ver que el catálogo de sus instrumentos debe ir perfeccionándose con la introducción de nuevas tecnologías en los procesos de fabricación. Es por ello que esta familia ha incorporado en su taller algunos recursos que van más allá de lo tradicional.
Se han beneficiado de avances tecnológicos y de materiales con los que son capaces de crear guitarras clásicas y flamencas que se diferencian de las de la competencia.
En Guitarras Camps apuestan por enfatizar la riqueza sonora en cada instrumento y por investigar para que los resultados de sus guitarras estén a la altura de las expectativas sin excepción alguna y todo ello a precios inigualables.
Últimos avances incorporados en los modelos Camps
Algunas de las innovaciones que han realizado y que han ayudado a que la marca obtenga más notoriedad internacional si cabe en tiempos actuales han sido la incorporación de puente de seis contactos, fibra de carbono y la ya reconocida varilla regulable en el mástil.
Este último rasgo lo han implementado en sus guitarras españolas de forma común y quienes han tenido la oportunidad de probarlas han tenido opiniones muy positivas de la novedad. Con ella desde Guitarras Camps se aseguran de que el rendimiento sea mayor y de que no se produzcan ciertos obstáculos en el tocado.
Por otro lado, su inquietud en la innovación es tan alta que también han sacado partido a nuevos barnices con los que sus instrumentos reciben un aspecto más especial. En segundo plano no abandonan la investigación de colas con fórmulas añadidas que son más beneficiosas y más eficientes a todos los niveles.
Unos acabados dignos de admirar
En la construcción también aplican tanto su experiencia y tradición como herramientas tecnológicas, todo ello sin que sus precios se vean afectados. El tratado de la madera lo hacen aprovechando los últimos recursos y utilizando también un sistema que hace que el secado sea más rápido y que satisfaga con mayor velocidad.
Se ocupan de que la mecanización y medición de distintos factores esté supeditada al trabajo con ordenador y que así se favorezca el aumento de precisión a todos los niveles. Al mismo tiempo no abandonan la tradición, las técnicas artesanas y los recursos que han acompañado a la marca Camps desde sus orígenes.
Pero cada vez que construyen una guitarra se aseguran de que el sonido sea excelente y que al mismo tiempo se proporcione un nivel alto de durabilidad del instrumento, de fiabilidad, sonoridad y manejabilidad. Todo ello es clave para que los responsables de este taller se queden satisfechos cada vez que alguien decide comprar una guitarra camps.
Modelos para cada tipo de músico
El espíritu del fundador, que radicaba en que cada persona tuviera su guitarra ideal, sigue vigente. En Guitarras Camps hay una guitarra para cada tipo de persona en base a sus habilidades o preferencias. Destaca como tienen guitarras clásicas, de flamenco e incluso modelos que están pensados para estudio y concierto.
No dejan de lado la elaboración de guitarras a las que se les aplica el nivel de personalización que desee el cliente, además de versiones electroacústicas o aquellas cut-away que también gozan de una gran reputación.
Les gusta pensar que pueden tener aquel modelo que consiga satisfacer a su cliente sin importar lo complejo de su petición o sin proporcionar los cambios y ajustes que haya que realizar para dar forma a la guitarra.
Con los herederos de Camps está asegurada la continuidad de esta empresa que lleva desde los años 40 al pie del cañón, construyendo instrumentos de gran calidad y guitarras en las que se puede confiar para disponer de modelos que nos acompañen a lo largo de nuestra carrera musical.
Tienen un acabado tan cuidado y preciso que es fácil imaginar que estarán con sus respectivos dueños durante años y años. Algo que no todos los constructores de guitarras pueden decir de su catálogo de instrumentos, pero que con GUITARRAS CAMPS queda claro por lo bien que se ajustan a las necesidades del mercado, al progreso de las nuevas tecnologías y todo ello a precios dignos de admirar.
